AnaAlejandre
![]() |
"Cola de caballo", peinado objeto de investigación |
Aunque
la noticia que va a servir de objeto de este comentario es de septiembre de 2012, tiene su miga, su corteza
y su aquel, o sea que "tiene tela" como diría un andaluz.
Pues
bien, "entrando en materia", hay que decir primero que cada año se
conceden los premios IG Nobel a los estudios científicos más absurdos y
esperpénticos. Dichos premios los promueve la revista Anales de Investigación Improbable -con ese nombre ya "se entra
en materia" con suma rapidez y sin problemas-, y son una alternativa en
clave de humor a los premios Nobel que concede la Academia Sueca. Los Ig Nobel
se entregan en la Universidad de Harvard, en Massachusetts (EE.UU.).
El
primer premio, en el apartado de física,
del citado año, se concedió a una investigación que explica la forma de una
cola de caballo -peinado femenino para recogerse el pelo-. Si, lector, lo has
leído bien, no estás alucinando, aunque lo hagas habitualmente -son cuestiones
personales que no son de mi incumbencia-. El estudio fue publicado
anteriormente en una revista muy prestigiosa Physical Review Letters, por lo que se convirtió inmediatamente en
una firme candidata al primer premio. Los autores de dicha investigación "de
primera necesidad", entre ellos Raymond Goldstein, un físico de la
Universidad de Cambridge y sus colaboradores, afirman que su estudio puede ser
muy importante en la industria textil, la animación por ordenador y los
productos dedicados al cuidado personal - puedo prometer y prometo que no sabía
que esos productos se hagan cola de caballo también, pardiez-.
Pues
como iba diciendo, los mencionados investigadores para derivar la
"ecuación de la cola de caballo", tuvieron en cuenta la rigidez de
los cabellos, la gravedad y sus efectos y la posibilidad de que el cabello
tuviera rizos u ondulaciones. La ecuación resultante se puede utilizar para
predecir la forma de cualquier cola de caballo -una cuestión importantísima
para los impacientes que no pueden esperar a verla cuando esté hecha la cola,
con sus mismos ojos, mismamente-. Por esta importantísima investigación se han
llevado el Ig Nobel de Física -y el premio de todos los peluqueros que
descansan ya tranquilos porque pueden saber a
priori si la cola de caballo que le van a hacer a la clienta de turno va a
satisfacerla antes de ponerse manos a la obra-.
Pero
esto no acaba aquí, porque además de la investigación antes mencionada, hay
otras muchas que son igual de extrañas, absurdas e inverosímiles, incluso más
que la de la cola de caballo que tiene
miga para un regimiento.
Al
grano: otro premio, el de acústica, lo ha recibido una pistola que consigue
hacer callar a la gente -hombre, dicho así mola un montón, porque hay cada uno
y cada una que no se callan ni debajo del agua-. Lleva por nombre la mencionada
y simpática pistola "SpeechJammer" (que viene a ser como
"bloqueador de discursos") y que es capaz el artefacto de dejar mudo
a cualquiera. Sus inventores son los japoneses Koji Tsukada y Kazutaka
Kurihara. ¿Y cómo funciona?, te estarás preguntando, avispado lector, con un
pensamiento en mente que más vale que no intuya tu mujer, novia o adosada por
tu propia seguridad. Pues, parece ser que la pistola consigue que quien esté
hablando oiga sus propias palabras con un retraso de 0,2 segundos -aquí se te
pone una sonrisa de buda feliz que te delata-, lo que causa que quien habla al
no poder escucharse instantáneamente, sino con dicho retraso, se queda mucho y
desorientado -aquí tu sonrisa es ya como una tajada grande de sandía...
Pero
sigue la lista de invenciones disparatadas, aunque algunas tienen su puntito de
gracia como la pistolita de marras. Veamos cuáles son las siguientes: por
ejemplo una tan sumamente útil como la investigación sobre la actividad
cerebral en un salmón muerto -¿no hubiera sido más acertada la medición
cerebral del investigador que la llevó a cabo?, porque seguro que estaría en
punto muerto, pero muerto del todo y sin posibilidad de resucitar-, ésta en el
apartado de neurociencia. Además, en la sección de química, el premio se lo ha
llevado la investigación sobre una población sueca a cuyos habitantes se les vuelve el pelo verde -¿alienígenas?-;
en otro apartado, la investigación versa sobre cómo se derrama una taza de café
cuando una persona camina con una taza en la mano (dinámica de fluidos) -con lo
fácil que hubiera sido preguntarle a quien limpia después el suelo...-.
A
las anteriores se les suma la investigación realizada en el campo de la
anatomía -no se le puede llamar increíble porque lo son todas-, sobre los
chimpacés y su capacidad de reconocerse por el culo en fotos -bueno, conozco
humanos que también realizan esa proeza como es el marido de mi amiga Trini de
la que ya he hablado en otras ocasiones, aunque no sé si los chimpacés le ganan
en esto, porque él lo hace en persona solamente-. En Medicina, el premio se lo
ha llevado la investigación sobre la posibilidad real de que los pacientes
exploten cuando se les realiza una colonoscopia - de verdad que esto ya no
tiene ninguna gracia, además de ser un
poquitín escatológico y macabro-; o bien la realizada sobre el hecho de que al
inclinarse hacia la izquierda cuando se mira
la Torre Eiffel parezca más pequeña al observador -¿y si se inclina a la derecha le parecerá
mayor?, duda lógica-, en el campo de la psicología.
Todas
estas investigaciones científicas, sesuda, imprescindibles y de gran
importancia para el bienestar de la
Humanidad, se han llevado a cabo y han obtenido su correspondiente premio. Para
quien quiera saber más de esto puede consultar (en inglés) la web de la revista
que concede los premios en el siguiente vínculo http://www.ignobel.com/
Y
después pensamos que la ciencia es algo serio y aburrido, cuando en ocasiones
nos muestra también su lado humorístico y su corazoncito. Por eso, hay veces
que la realidad, por increíble que se nos muestra, parece pura ficción. Ya lo
decía mi abuela...
No hay comentarios:
Publicar un comentario